En mi época como jugador, si bajaba tu novia a verte jugar un partido, cuando acababa te decía: “Qué atlético y fuerte es el 12” o “qué rápido es el 14” o “qué habilidoso y valiente el 9” o “¡cómo juega el 15, está en todos los lados! y, además, ¡qué guapo”, y tú ingenuamente preguntabas “Y yo, ¿cómo he jugado?”, la respuesta era del tipo: “Pues chico, la verdad es que no te he visto con el balón ni una vez, parece que no has hecho nada”.
Sé que, actualmente no es así, los pilieres y los segundas tienen mucha más visibilidad en el campo y mucha más movilidad y trascendencia, pero, antes y ahora, excepto por los que entienden algo de este deporte, no se valoran como se debiera a este grupo de sacrificados jugadores.
Si los pilieres no lo hacen bien, el partido está perdido. Los ingleses lo ponen sencillo “No scrum, no win”.
Son fuertes, muy fuertes, con gran potencia física, pero con mucha más fortaleza mental. Ellos, en su mundo, de sacrificio, esfuerzo y voluntad pelean por conseguir balones para que los jueguen y los aprovechen otros lo que redundará en el beneficio del equipo.
Hoy. Ha caído lesionado nuestro gran Liviu Fertu. No parece cosa de poco y tendrá que sufrir una operación con su correspondiente dolorosa recuperación. Es un momento triste y de abatimiento en un periodo donde parecía que el tiempo no pasaba por él, cada vez jugaba mejor e, inclusive, se hablaba de poder estar en el entorno de la selección.
Siendo, como son, las rehabilitaciones duras, en Liviu lo será menos por su fortaleza mental y por su permanente ilusión y alegría.
Ahora todos somos Liviu y tendrá todo nuestro apoyo. El equipo, pero, sobre todo el Club, te necesita y nosotros también.
Un fuerte abrazo.
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