20/02/22
Getafe
Dignidad, a quién vea el resultado (palmamos 45-5) le puede parecer que llamar a esto “resultado digno” es una exageración, pero ya les digo que de eso nada.
El Filo es un equipo creado recientemente pero serio, bien entrenado y desde luego con un perfil muy superior a la división en la que milita. No solo van primeros sino que se han permitido meter en cada partido una media de casi 80 puntos a sus rivales. A nosotros nos cascaron 100 en el partido de ida y sabíamos que esta batalla iba a ser dura.
Más dura si cabe porque este sábado sí que íbamos con lo puesto: 16 almas cándidas, gracias a la incorporación de Noah a última hora (graciasgraciasgracias), el resto viejos y achacosos. Por cierto, en el tercer tiempo viene uno de ellos y dice “joder, veo que aquí ya no cumplís cuarenta ninguno…”. Ni cincuenta la mayoría, chaval.
Y sin embargo se veía en el corro antes del pitido inicial que no íbamos a dar por perdida esta batalla. Si nos quieren ganar, que lo demuestren. Preparamos algunos cambios tácticos para hacer frente a su velocidad atrás y su coordinación en la touch, y ¡funcionaron!
Contactos duros desde el principio, pero conseguíamos derribarlos. Presión para que no jugaran a gusto y conseguíamos que cometieran fallos y se les cayeran balones. Nosotros a lo nuestro, orden y posesión (parece el eslogan de un partido conservador).
Y funcionaba. A mitad de la primera parte sigue el empate a cero en el marcador y lo que suponíamos que iba a ser un tsunami incontenible se está quedando en una lucha bastante igualada.
A estas alturas el árbitro (no hablo nunca de los árbitros, pero hoy lo merece) está totalmente desquiciado porque se da cuenta de que está tomando decisiones claramente equivocadas. Eso lleva a que se deje influir por lo que dicen los capitanes, lo que dice el resto de jugadores, lo que dicen los entrenadores desde la banda e incluso por lo que le dicen desde la grada. Esto solo aumenta su nerviosismo. No quiere sacar tarjetas, así que florecen los golpes de castigo con 10 metros más. En sus propias palabras, “hoy no está siendo mi mejor día”. Las equivocaciones se repartieron por igual entre los dos equipos, de modo que no influyó en el resultado final (bueno, anuló un clarísimo ensayo nuestro que habría supuesto ponernos por delante).
Por supuesto, la tensión defensiva sujeta con alfileres no podía durarnos demasiado y al final se nos escapan por patas y marcan tres ensayitos en la primera parte. Pero solo tres. Nada que ver con lo que ocurrió en el partido de ida.
Y la segunda parte, igual. Nos metieron cuatro ensayos, pero les costó un huevo. Y cerramos la última jugada del partido abriendo un balón desde nuestra línea de 22 para dejar un dos contra uno claro a Noah, que recorre todo el campo hasta que le pillan a 10 metros, pero ahí estaba el bueno de Patxi para apoyar y continuar la jugada hasta marcar un merecido ensayo y dejarnos un buen sabor de boca.
En fin, derrota clara en el marcador, pero probablemente el partido más serio de esta temporada. Muchas gracias a todos por dejaros el pellejo en el campo y haber demostrado que juntos somos capaces de mucho. Es un placer compartir campo con vosotros.
Pato
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