Por Miguel Ángel Tamayo
Fantástica mañana de domingo en el Valle: sol, 12 grados y las copas nevadas de la sierra de Guadarrama como ilustres testigos en la lontananza tras los palos.
Y, algo más cerquita, dos equipos, 46 señores con las picas en alto y fuego en la retina.
Primero contra Segundo, ahí, juntitos… como en un “guá”, aunque cada uno defendiendo su verja.
Los chicos de Falu rompieron el tapete casi antes que Álvarez chiflara. Aprendida se traían la lección, máxime con los resultados habidos y con la posibilidad de qué Jaén socavara terreno.
Los `primeros 30´ fueron para enmarcar, en todos los aspectos.
Lamboglia incólume hasta el extremo, proyectando a Melian y Zalazar cual martillo pilón. A Fede y Pais buscando el impacto por el intervalo, a Méndez afilando los colmillos…
Así, 30 minutos.
Y así, 30 minutos que Pozuelo recibió, recibió y recibió. Pero no concedió ni un metro en defensa, respondiendo a cada pick con placajes ofensivos, compactos, desmoralizadores…
Y ahí, tras los primeros movimientos en el tablero, Pozuelo jugó su baza y desplegó su superioridad en el pack (strike 1).
Aun así, el URA, absorbiendo el viaje, apretó desplegando un juego a la mano digno de significar.
Terciada la primera mitad Almería se dispuso a sacar la 4 ª touch a favor dentro de la 22 madrileña (la 4 ª), con idéntico resultado a favor de Pozuelo (Strike 2).
Y ese fue el punto ciego para qué el Pozuelo soltara su identidad.
Seis minutos de acoso, seis minutos de brega para enmarcar dibujada por un juego coral de los 15 de Pozuelo al completo, dirigidos por un Ortega de Platea y encumbrados bajo marca por un Guayta qué se está haciendo mayor (como bien indica su bigote…).
Los de Falu la encajaron, pero sus rostros reflejaron que se les hizo bola, aspecto que los de Yunke no dejaron pasar con un apretón de tuerca marca de la casa.
Aún así URA se revolvió, coleteando y sacando a relucir nuevamente esa agilidad de manos en la línea. Fijar y pasar, fijar y pasar, fugaz… culminada en un posado de su Try-Man Méndez qué ajustaba sensaciones.
Las justas, eso sí, las justas para que, los capitaneados por Telmo, tras recibir de Agustín, en dos zancadas de impacto, traspasaran la 22 Almeriense provocando, fase tras fase de su pack, la apertura del espacio aprovechado por Tyrone, el cual, con una agilidad de manos digna de ver a cámara lenta, desplazó hasta Samu para anotar. Gran trabajo del equipo de Pozuelo y mucho castigo al trabajo de Almería qué veía cómo Alvarez nos mandaba a pensar y respirar.
Tras la debida hidratación, el URA intentó mantener la tensión (por coraje no será). Pero algo empezaba a faltar, máxime cuando Pozuelo quitó la espita del hidrógeno.
15´ de noche.
Nemo entorchado Capitán se echó, nuevamente, el equipo a la espalda. Más se auguraba lo plausible…
La melé Madrileña jugaba en otra liga. El juego dinámico de Melian y Fede en las abiertas, así como la progresión de la línea facilitada por ese juego de manos élfico se encontraba, una y otra vez, con esa defensa… esa defensa…por Dios (strike 3).
Y para más INRI, hoy no era el día para la lírica ni para la Touch Andaluza.
Aun así, los chicos de Zipi, aguantaron el revés. Revés personificado en, además del incremento posicional, la consecución de 2 ensayos trasformados de forma consecutiva por el equipo de Pozuelo.
De los últimos minutos de este apasionante partido, sin reservas por parte de ninguno, reseñar el coraje del URA para conseguir ese último TRY en el 80.
Sin dejar de reseñar otra victoria madrileña, qué me permite recomendar que vayan poniéndose cómodos en sus casas, pues este Pozuelo RU, uffff, ilusiona…
Ilusiona por qué en nada podremos disfrutar del juego que despliegan unos señores que militan en Belenos, Santander o Getxo. Del Hospitalet reconducido por Jotón, del Sant Cugat de Ocampo o de ese Valencia beatificado por su previo CAU.
No me quiero olvidar de ese Club formado bajo su Virgen, qué aunque no esté pasando sus mejores horas, siempre puede hacer honor a su nombre y resurgir cual ave FÉNIX.
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