CRÓNICA I TORNEO VETERANOS ORDIZIA
El equipo de veteranos del CRC gana el I Torneo de Rugby Veteranos organizado por Ordizia Rugby.
24sep2023 - Pato
Este fin de semana nos hemos encontrado numerosos ejemplos de los valores del rugby, pero de los de verdad, no de esos con los que la gente se llena la boca. Un torneo de veteranos organizado por nuestros amigos del Ordizia en el que en todo momento se ha respirado camaradería, buen rollo, generosidad y ganas de divertirse.
Empezando por nuestra convocatoria. Dio la casualidad de que este fin de semana había muchos de nuestros jugadores con compromisos varios, de manera que en la lista del viaje solo había 11 nombres. Nos decían que tranquilos, que ya pediríamos a jugadores de otros equipos que hicieran el favor de cambiar su camiseta y bajarse al barro (figurado) con nosotros.
Pues gracias al espíritu de los participantes y a las muy destacables artes diplomáticas de nuestro Iñaki Otxoa, que esta vez hacía de anfitrión, no tuvimos ningún problema en ir consiguiendo gente que completara nuestras filas en cada encuentro. Y nada de estar de relleno para simplemente cumplir con los mínimos, sino que los voluntarios se partían el lomo como los que más, en el mejor ejemplo de espíritu deportivo.
Empezamos llegando el viernes en coche a Pamplona, que nos sirvió durante dos noches de cuartel general. A la llegada, cena en la sociedad gastronómica de Iñaki, que se marcó una paella tremenda, unas setas deliciosas y unas piparras (que, como los pimientos de padrón, unhas pican e outras non) que completaron una cena de lo más agradable.
Y a la mañana siguiente, ya vestidos de corto, paseo hasta Ordizia en Guipúzcoa para empezar los partidos. Además de los artistas habituales contábamos con Iñaki, por supuesto, y con Beñat (un ex CRC que ahora vive en San Sebastián). Entre estos dos y nuestros maestros en la línea de tres cuartos Moni, Kique, Angel y Patxi conseguimos crear un juego vistoso y eficaz con el que iban cayendo los puntos a nuestro favor.
Y esos puntos a favor eran algo con lo que no contábamos, desde luego, pero así a lo tonto fuimos ganando partido tras partido (excepto el primero de Ejea, que perdimos solo por un ensayo) y nos plantamos en la final. En teoría se iba a jugar por la tarde, pero con el cansancio acumulado nadie tenía cuerpo para parar tres horas y volver a ponerse en marcha después, con lo que pedimos a la organización jugar directamente tras el último partido de la fase de grupos y así dejar los deberes hechos y la tarde tranquila.

La final estuvo disputada, pero terminó cayendo de nuestro lado. Fue un honor (y todo un reto también) jugar contra leyendas del rugby como el neozelandés Corey Simpson o el 20 veces internacional Oskar Astarloa.
Una tarde suave, después de lo que aquí se conoce como una “comida sencilla”, nos llevó a un pasacalles por las plazas de Ordizia y a una cena en el frontón, en la que se dio buena cuenta de un brontosaurio de 125 kg que había estado al fuego todo el día, como en las historias de Astérix y Obélix.
Me quedo con el magnífico ambiente y la hospitalidad de los locales (por cierto, tengo que repartiros botellas de sidra que nos dieron de recuerdo). Estuvieron en todo momento preocupados por hacer que todos los participantes se llevaran un gran recuerdo de este evento, y desde luego que lo consiguieron.
Debut con victoria de Pablo, nuestra nueva incorporación al tercer equipo, al que le damos la bienvenida con nuestra habitual banda de cornetas y tambores y nuestro grupo de majorettes.
Ahora quedamos a la espera de ver cuándo empieza la temporada regular, a la que ya tenemos ganas de hincarle el diente.
Qué bien lo hemos pasado.
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