¡ORGULLOSO!
Puede parecer difícil empezar diciendo que uno se siente orgulloso después del baño que nos dieron los alcalaínos ayer. 98-0, la mitad de los puntos en la primera parte y la otra mitad en la segunda, con una cadencia muy bien repartida a lo largo del tiempo. No sé si en los archivos de este glorioso 3E hay registrada alguna paliza similar, supongo que no.
Pues insisto en lo de orgulloso, suscribiendo totalmente las palabras que nos dejó Kique al final del partido. Orgulloso porque un grupillo de señores con una cierta edad (con 8 tíos que ya no cumplen 50 y una media de 44 años y 90 kilos) y con un banquillo más bien escueto (2 cambios) estuvieron plantando cara a un equipo muy serio, de esos que están calentando perfectamente uniformados desde hora y media antes del partido, con gente joven, algunos descartes de su primer equipo, con la lozanía y esbeltez propia de su juventud y con suficiente disciplina como para no convertir un partido fácil para ellos en un correcalles de individualidades. Esta división se les queda claramente pequeña.
Tan serios estaban que no hicieron los primeros tres cambios hasta el minuto 60 y el resto a muy poco tiempo del final. Quizá temían algo del tipo “cuidado con los abuelos éstos, que en cualquier momento nos la lían”.
La verdad es que tuvimos muy pocos balones en ataque y siempre bajo mucha presión, lo que dificultaba que pudiéramos desplegar nuestra conocida magia. Tres veces estuvimos cerca de ensayar, pero en todas ellas nos chocamos contra un muro de defensores que nos echó para atrás.
El partido no tuvo ninguna historia interesante. Nuestros dos jovencitos, Santi y Jorge, se hartaron a correr y a placar, pero no fue suficiente. Lo mejor, como ya empieza a ser tradición, fue la aparición de Melle al final. Los alcalaínos interceptan un balón cerca de su propia línea de ensayo y uno de sus chavalotes echa patas hacia nuestro campo. Delante, como en las películas del oeste, el desierto inmenso y un señor mayor solitario que se va acercando despacito. Melle. No sé si el de Alcalá se confió o qué, pero al llegar a su altura el señor de azul y amarillo agacha el lomo y le mete un placaje de impresión. Ole sus c*****s.
También estuvo bien la de Kique, que por cierto se comió todo el partido con el aductor roto y sin poder correr. En un ataque de los alcalaínos por un lado, cuatro contra uno, Kique amaga que va a por el portador e intercepta el pase, pero en lugar de ponerse a correr hacia la línea de marca contraria va y se tira una patada rasa a touch para ganar metros. Dos de los atacantes vuelven comentando “¿por qué no se ha ido corriendo a marcar ensayo?”. Si ellos supieran…
En fin, muchas gracias a todos los que dieron todo en el campo. Es un orgullo y un honor jugar junto a gente como vosotros.
Tenemos ahora dos semanas para recuperar los cuerpos en la medida de lo posible. Supongo que es muy improbable que vaya a haber lesiones por sobreentrenamiento, así que me quedo más tranquilo.
Gracias a Esteban por acercarse a animar y a hacer unas fotillos. Esperamos verte pronto con nosotros.
Pato
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