Este pasado domingo las chicas del femenino jugábamos nuestro segundo partido de la temporada contra las Jabatas de Móstoles en el Valle de las Cañas, veintitrés jugadoras capitaneadas por Pat y bajo la atenta mirada de Carlota y Javi. El día acompañaba, permitiendo que la grada estuviese llena de la mejor de las aficiones.
Después del parón del último fin de semana, acumulábamos dos semanas de entreno desde el último partido y salíamos dispuestas a demostrar todo lo aprendido y lo trabajado.
Sin embargo, no fue nuestro mejor día. Desde el comienzo se veía una aparente desconexión entre las jugadoras, que daba lugar a pases perdidos y estructuras caóticas; dificultando nuestro avance. Y aunque estuvimos bien en ataque, consiguiendo dos ensayos de Casado y un tercero de Palo, dos de ellos transformados; las Jabatas conseguían aprovechar nuestros errores, especialmente en defensa, y eso nos llevaba a un ajustado 19-10 al filo del descanso.
Los entrenadores llamaban a la concentración en la segunda parte, frente a un equipo rival que no bajaba los brazos. Poco a poco fuimos capaces de mejorar el ritmo de ataque, consiguiendo un ensayo de Pichón transformado por Casado, quien ensayaba de nuevo poco después. Nos hacíamos fuertes en los contraataques, y tras unos minutos muy luchados sin salir del campo contrario, cerrábamos el partido con un ensayo de Vito que transformaba de nuevo Casado.
Si bien hemos tenido días mejores, de los días no tan buenos también se aprende; y además de que ayer fue un día de muy buenas lecciones, todo se lleva mejor con una victoria y un tercer tiempo en el Valle. Nos llevamos el bonus en casa, y vemos ya en el horizonte un nuevo reto: este próximo fin de semana, cuando nos enfrentaremos a las chicas del Cisneros Delta.
Y es cierto que tenemos mucho trabajo y muchos entrenamientos por delante, pero nada supera nuestras ganas de más.
Por Nerea Dasilva
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