30.01.2022 / Paraninfo Complutense

De nuevo se repitió la foto más frecuente de este año: nuestro puñado de vejestorios con 47 años de media (aunque este sábado éramos 18, no me quejo de nada) enfrentándose a 20 muchachetes lozanos y vivarachos que, salvo excepciones, tenían pinta de acabar de estrenar su derecho al voto.

Táctica del adversario, la evidente: buscar huecos fuera y correr como demonios. Táctica nuestra, la habitual: posesión, paso procesional, barrigazo y tratar de no cagarla demasiado y perder el balón a las primeras de cambio.

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Lo de no cagarla es mucho pedir. Como ya viene siendo tradición, empezamos el partido concediendo al rival algo de ventaja. Es como encontrarse al vecino en el portal: “adelante”, “no, pase usted”, “insisto”, “muchas gracias, buenas tardes”. Se van alegremente bajo palos y palmamos 7-0 en el minuto 3.

Haciendo un paréntesis en nuestra cadena de errores conseguimos enviar el balón a la derecha, dos contra uno y allá que se marcha Patxi a estrenar nuestro marcador. 

A diferencia del partido de ida, ahora hay más igualdad e incluso diría que un cierto control territorial nuestro. Pero que se lo digan a los del Barça, la posesión no es suficiente. Minuto 30, sale su ocho, se medio escapa, le deja el balón en bandeja a su nueve y nos clavan un chicharro. 

Reacción inmediata. Sacamos, arrollamos a los defensores, Emilio se zafa de dos que se le habían subido a la chepa y descubre con sorpresa que delante solo tiene una inmensa llanura verde (no tan inmensa, que estamos en la línea de 22) para correr. Aprieta el acelerador a tope, revienta las bielas del motor diésel y llega a marcar con un elegante trotecillo.

Ahora sacan ellos y nos la devuelven. Hacemos un pase de mierda, cogen el rebote y se marchan hasta la cocina. 

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Y vuelta a la sartén. Sacamos, pase-topetazo-pase, Jorge que se coloca un poco más lejos del ruck donde hay una densidad de población enorme y entra para marcar justo antes del descanso. Esto parece un partido de basket. 19-17, vamos dos puntos abajo y tiene pinta de que si hacemos menos fallos podemos ganar.

Y la reanudación no empieza mal. Conrado espera pacientemente a que el enésimo ruck termine, entra con fuerza y nos pone por delante 19-22.

Pero somos muy de darle suspense al partido y decidimos dejar un agujero cuando estábamos todos en modo ataque en su 22. Nos mangan la bola y recorren todas las millas hasta nuestros palos. 26-22.

Las voces interiores nos indican que hay que dar algo más de suspense. Encadenamos otra interesante serie de errores para que nos puedan robar el balón y meternos otro chicharro. 31-22. Es bajo palos, por supuesto, pero el viento lateral huracanado frustra su transformación.

Nuestro ritmo ya no es el que era (es decir, pasamos de muy lento a lentísimo) y ya nos cuesta más acercarnos. Aún así, a mitad de la segunda parte Conrado vuelve a encontrar un agujero (esta frase me suena haberla dicho ya en otro contexto) y marca. Moni transforma, 31-29. Estamos ahí.

Pero no, no estamos. En defensa vamos parcheando los agujeros con dificultad y en ataque ya no metemos ni miedo. En los últimos 10 minutos nos clavan dos ensayitos que dejan el 41-29 final.

Otra derrota con bonus, pero como decía Kique, al menos es agradable la sensación de que estamos compitiendo todos los partidos y que llegamos al final con opciones de ganar.

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Como siempre, un auténtico placer jugar con vosotros.

Pato