Alcobendas, Las Terrazas
Sábado 26 de Marzo 2022
Esta vez me habéis dado la crónica hecha. Duelo de penúltimo contra antepenúltimo, nos jugábamos ver quién se va a jugar (valga la redundancia) el descenso contra el perdedor de la otra semifinal, que finalmente ha sido Titanes.
Enfrente, nuestros amigos del Alcobendas, un equipo entrado en años, como nosotros, aunque con algo más de efectivos como para llenar el acta, algo que ni en nuestros sueños más húmedos ocurre. El estilo de juego de los dos equipos también es muy similar: doble barrigazo consecutivo con una posterior apertura a la línea, no tanto porque se quiera realmente jugar con ellos sino más bien porque ya no queda ningún delantero más disponible, que andan todos tumbados por el suelo en posturas incómodas. Y no solo eso: se saben nuestras pocas claves y jugadas tan bien como nosotros (es lo que tiene no haberlas cambiado en tantos años), solo que a veces no las defienden porque no les viene bien en ese momento.
Solecito, temperatura agradable, familiares nuestros en la grada (que uno nunca sabe si vienen a animar o a cargarse de razones objetivas para prohibirnos seguir jugando) y silbido inicial. Allá vamos.
Primera carrera y Nito se nos vuelve a romper el muslamen por esprintar cuando nadie más lo hace. Una pena, porque venía hipermotivado. Mal empezamos. Sale en su lugar Chespir, que para alegría de todos ha jugado hoy el mejor partido de su vida (incluyendo reencarnaciones anteriores) y se lleva con todo honor el Man of the Match.
Empezamos con mucha paridad entre los dos equipos, pero una diferencia respecto a nuestras costumbres tradicionales: mucha disciplina en el campo, una defensa ordenada y razonablemente eficaz y nadie (sí, han leído bien: nadie) llorándole al árbitro.
Hasta diría que sorprendentemente estábamos aprovechando un poco más los errores del contrario, y como consecuencia teníamos más posesión y dominio territorial. En una de éstas abrimos el melón, la línea encadena unos buenos pases y Hedi, hoy como zaguero, entra por fuera marcando nuestros primeros puntos.
En la siguiente jugada nos empatan, pero no importa. Parece que en general estamos teniendo un poco más que ellos el control del partido.
De hecho aquí empieza nuestra furia anotadora. En el juego abierto estamos placando bien y llegando rápido a pescar, con lo que ganamos varios golpes de castigo por retenido de ellos. En cada uno, patadón de Moni (que coces ha pegado hoy, ganando 50 metros cada vez) y touch nuestra, consiguiendo más balones de lo habitual y generando un maul dinámico desagradable de defender. De estas situaciones nacieron los siguientes ensayos de Moni, Conrado, Sespir y Hedi. Intentamos irnos así al descanso, aunque un ensayo in extremis de ellos deja el marcador en 10-31 a nuestro favor cuando se acaba el tiempo.
El reto está en no perder la concentración en la segunda parte. En los partidos anteriores vimos que Alcobendas hacía muchos cambios y sacaba un equipo aún más duro, así que tenemos que ser capaces de seguir manteniendo el control.
Y eso hacemos. El cansancio nos impide hacer más puntos, pero a ellos les pasa lo mismo y el marcador no se mueve. En un par de ocasiones se nos escapan y parece que van a marcar, pero de una forma o de otra siempre acaba apareciendo un tío de azul y amarillo al trote que consigue hacer trastabillar al portador (tampoco es que fueran precisamente placajes samoanos) evitando el ensayo.
Ya casi a 10 minutos del final sale Melle al campo, y lejos de quedarse inactivo en un rincón, se forra a recuperar balones y a placar cuando la jugada pasa por su zona. Eso sí que es echarle un par.
Y en este ambiente llegan dos jugadas épicas que son un ejemplo del espectáculo en el partido de hoy. Primero, Chespir, que sigue luciendo esas mallas negras dadas de sí cuatro tallas más grandes y cortadas a mordiscos, viva imagen de anuncio de velocista de Nike, se cruza con Moni y entra como una exhalación (pausada, pero exhalación) entre los defensores, culetea un poco para escaparse y termina ensayando por segunda vez. Y poco después es Jorge el que pilla un balón en medio campo con espacio para correr, salva numerosos placajes, cambia de dirección varias veces (desanimando también a las pocas almas puras y voluntariosas que intentaban ir en su apoyo) y acaba ensayando bajo palos.
A última hora se nos escapan y nos marchan un chicharro, pero a estas alturas la fiesta ya ha empezado y el partido es nuestro.
Foto de familia con el Alcobendas y tercer tiempo muy agradable. Nada como tener tu propio bar en el campo.
Nuestro último partido de liga de este año parece que será el fin de semana del 9-10 de abril contra Jabatos. Tenemos dos semanas para recuperar nuestros cuerpos y prepararnos a conciencia. Ellos probablemente tendrán la misma idea y entrenarán a tope. Mmmmm… no pondría la mano en el fuego por nosotros.
Y muchas gracias a las familias y a Carlos y Patxi por acercarse a animar. Es un placer formar parte de todo esto.
Pato
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