Queridas jugadoras y jugadores, técnicos, servicios médicos, miembros del staff, padres y madres de la Escuela, patrocinadores y amigos todos.

Estamos a punto de acabar este nefasto año que tanto está influyendo en nuestras vidas. En muchos casos de manera adversa para la salud y en otros casos impidiéndonos estar en nuestro deporte como hubiésemos querido: practicándolo, enseñándolo, viéndolo…, en suma, disfrutando del Rugby.

No se cumplieron nuestras expectativas respecto a lo deportivo: Ligas, Campeonatos, Torneos, etc., todo se fue al traste, pero como en cualquier placaje duro que nos tumbe hay que levantarse y volver a correr, a pelear a empujar…, tanto en este deporte como en la vida.

El Rugby nos prepara para ello.

Finalizada la temporada anterior de esta manera tan brusca empezamos otra nueva, tímidamente, con muchas precauciones y regulaciones, pero ya con el balón en las manos.

Los mayores empiezan un nuevo proyecto llamado PRU, que es una asociación competitiva con nuestros amigos del CAU. Las chicas emanan ilusión, nuevos entrenadores, alguna nueva jugadora que sube de la casa o se incorpora al Club, y la Escuela en pleno proceso de aprendizaje llena de unas ganas contagiosas. Mimbres, todos ellos, para hacer una temporada fantástica con más fuerza que nunca. Ganaremos partidos y ganaremos “al bicho”.

Ahora es época de Navidades, fiestas algo “distintas” a la de otros años: sin abrazos, sin besos a los seres queridos, sin el calor de familiares y amigos, duras si me apuráis, pero, debemos entender que todo es por una buena causa que es el bien común. Cuidándonos cuidamos a los que tenemos alrededor.

Todos echamos de menos el deporte, el rugby, los compañeros, los partidos, los viajes…, pero todo llegará. En ese momento valoremos lo que tenemos que es nuestro gran tesoro.

Quiero desearos en mi nombre y en el de toda la Junta Directiva, que disfrutéis lo que podías en estos días y os deseamos unas muy felices Navidades.

Como hago siempre, quiero brindar con vosotros dos veces: una por la gente que ya no está con nosotros y que tanto hemos llorado, pero que siguen alegrándose de nuestros triunfos estén donde estén. También brindo por los que están pasándolo mal: por lesión o enfermedad, deseando que mejoren cuanto antes porque les estamos esperando.

El otro brindis es por todos vosotros, desearos de corazón una muy Feliz Navidad y un Año Nuevo cargado de salud, de alegría y de “normalidad”

Un fuerte abrazo.

Fernando Cantalapiedra